Cantáridas
pidió el novio
porque
el apetito aguzan:
astrólogos
de quien cuentan
que
saben alzar figura.
Quevedo
AFRODISIACO o
AFRODISÍACO (aphrodisiakós).- Deriva de Afrodita, diosa griega del amor. 1. Dícese
de todo aquello que estimula el apetito sexual. // 2. Sustancia a la que se
atribuye esa propiedad.
AFRODISIA.- Exacerbación patológica de la libido. Aparece más
generalmente en "individuos tarados mentalmente y como secuela del
alcoholismo agudo". Otras veces obedece a afecciones de la piel y las
mucosas de los órganos sexuales. Algunos alimentos y medicamentos se dicen
afrodisíacos por tener la propiedad de estimular el deseo genésico. La afrodisia recibe
también los nombres de satiriasis, en el hombre, y ninfomanía, en la mujer. La afrodisia
“puede ser producida por la ingestión de determinados alimentos aunque, más
bien, en este caso suele tratarse de un estado de cachondez pasajero y no de
una verdadera afrodisia”.
Posiblemente, después de apurar la preciada copa
de perlas disueltas en vinagre, Marco Antonio se tendió en el triclinium con
uno de sus pies reposando en el suelo, mientras Cleopatra de rodillas junto a
él le succionaba con profusión el miembro viril.
A horcajadas entre la realidad y la leyenda puede
hallarse esta escena. Sería una invención lo de las perlas, pues más que
estimulantes son ponzoñosas. Pero puede ser probable la imagen lúbrica.
Según Juan Eslava Galán lo que atrajo a los más
valerosos romanos de la época no fue la irresistible nariz sensual de la última
reina del Alto y Bajo Egipto, sino su maestría como felatriz.
En
realidad, toda civilización necesita unos lujos alimenticios
y una
serie de estimulantes, de excitantes.
Braudel
Marruecos. Si caminas por el zoco percibirás el
afloramiento sensual de todos los sentidos, adivinando fuertes olores nunca
sentidos anteriormente, colores intensos estallan por el enorme contraste, el
oído se agudiza... En las plazas de las antiguas medinas, todo se puede tocar y
probar, todo se puede ver y adquirir. Allí puedes comprar cuentos a los
narradores, agua a los aguadores o pagar por ver a los encantadores de
serpientes haciendo danzar a varias cobras desde una canasta.
Ofrecen kifi para trascender, camaleones para las
moscas, mujeres para la soledad; cambian foulards por bolígrafos, plata por
pantalones vaqueros y todo por dirhams. Entre los vendedores ambulantes se
encuentran personajes, ataviados al mejor estilo árabe, que te proponen obtener
la cantárida o mosca española (cantharis vesicalis), coleópteros disecados con
los que aseguran que, tras molerlas y consumirlas, mejoran la potencia sexual.
Este afrodisíaco ya era conocido en la antigua
Roma, con bastantes buenos resultados. También se usaba, según Teofrasio, el
orchis morio griego o cojón de perro, hecho con leche de cabra, que “facultaba
para repetir dos docenas de fornicios en una sola sesión”.
Los enamorados musulmanes de Al-Andalus, según El
collar de la paloma (tratado sobre el amor compuesto por el cordobés Ibn Hazm
hacia 1022), empleaban como enamoradizos “el beber lo que quedó en el fondo de
la copa del amado, escogiendo el lugar mismo donde él posó sus labios” o
“intercambiando entre sí mechones de pelo perfumados de ámbar y rociados con
agua de rosas” o “entregándose uno a otro mondadientes ya mordisqueados o goma
de mascar luego de usada”.
La farmacopea de esta época, comercializada en los
zocos, nos muestra algunos energéticos afrodisíacos:
- mézclense almendra, avellana, piñones, sésamo,
jengibre, pimienta y peonía, májese en un mortero hasta que resulte una ligera
pasta que se ligará luego con vino dulce. El jarabe resultante se debe ingerir
al menos una hora antes del proyectado coito.
- “aquél que se sienta débil para hacer el amor
debe beber, antes de irse al lecho, un vaso de miel espesa y comer veinte
almendras y cien piñones, observando esta dieta tres días”.
- existe una pomada “para estimular la erección”,
compuesta de euforbio, natrón, mostaza y almizcle ligados en pasta de azucena.
Debe friccionarse suavemente por el pene y la espalda.
- también para mantener el pene erecto se usan los
sesos secos y triturados de cuarenta pájaros cazados en época de celo, y
mezclados con esencia de jazmín.
- “para preparar la vulva y estimular el apetito
sexual” hay que juntar a partes iguales estos quince elementos: espliego,
costo, calabacín, jengibre, jancia, flor de nuez moscada, sandaraca, uñas
aromáticas, flor de granado, canela, almizcle, ámbar, incienso, nuez moscada y
ácoro falso.
El Kama Sutra incluye entre sus recetas de placer
la sangre menstrual; los tratados de magia de la Edad Media hablan de los
preparados con mollejas de gallina, orina de toro y sesos de gorrión; en el
Sudán se aprecian mucho los órganos sexuales del cocodrilo... Todavía hoy los
lapones del Ártico comen (exclusivamente los hombres en edad de procrear) la
médula de los huesos de reno previamente calentados al fuego, lo que les
proporciona la seguridad viril que el frío les limita.
Diez recetas, un conjuro y tres filtros de amor
Para todo aquel entusiasta, gastrónomo y dado al
arte de la investigación en los misterios de la práctica erótica, nos
complacemos en transcribir diez recetas, tres filtros de amor y un conjuro, de
cuyos resultados no nos hacemos responsables.
Recetas
El
orín
Realizar un bebedizo con orines de yegua recién
apareada, o en su defecto los de un toro. Era recomendada por Virgilio en el
siglo I antes de JC.
El
sudor
Frotar en el rostro un paño empapado en la axila
del amante. Muy utilizada en la Edad Media para alivio de la impotencia y
remedio de la frigidez.
Receta
China
Macerar en un cuenco cuerno y testículos de
rinoceronte (lo cual ha producido la masacre de esta especie). El almuerzo de
pene de tigre en vino, en cognac francés, es manjar exquisito y efectivo.
Receta
de Salerno
Cocer bien testículos de cabrito, desmenuzarlos
como para hacer albóndigas de carne, añadir yemas de huevo y mejorana y
cocinarlos con manzanas rellenas (Escuela Gastronómica de Salerno, siglo XVI)
Criadillas
Justificado su uso por el dicho popular “de lo que
se come se cría”, el potaje de criadillas de toro es uno de los brebajes más
efectivos para lograr un semen espeso y desarrollar la potencia sexual. A
Fernando el Católico le costó la vida un empacho de este estimulante. De
procedencia italiana, el pasticcio de testicoli di toro debe condimentarse con
canela y nuez moscada, especias inevitablemente afrodisíacas.
El
tomate (Solanum Lypopersicum)
Preparación del tomate, en cualquiera de sus
variantes. Recomendable su aderezo con espárragos y pimienta. El tomate era
apreciado en las culturas precolombinas, como un estimulante eficaz, y como tal
fue llevado a Europa, lo cual condujo a la prohibición de su consumo por parte
de la Iglesia. El rey francés Luis XVI disfrutaba de su consumo y lo
recomendaba a sus vasallos.
La
Yohimbina (Coriyante Yohimbé)
Extraída de la corteza del Yohimbé, árbol
originario del Camerún. Potente vasodilatador, solamente actúa sobre los
capilares que irrigan los órganos sexuales. Se recomiendan entre cinco o diez
miligramos diarios como dosis, si bien, como cualquier otro medicamento, varía
en sus resultados de una persona a otra. La sobredosis conduce a la muerte.
El
Ginseng (Panax Ginseng, en Oriente, y
Aralia quinquefolia, en América del
Norte)
Reconstituyente reconocido, tonifica el organismo
en general, pero su acción sobre la libido es indirecta. Fácil de conseguir en
farmacias. Sustituible por la mandrágora, "el ginseng hispano".
La
Mandrágora (Mandragora autumnalis)
La forma humana de su raíz facilita las preñeces
en mujeres estériles, garantiza los hechizos, sea en su variedad blanca (macho)
o negra (hembra). “Metida en la natura de la mujer en cantidad de medio óvulo,
atrae el menstruo y el parto”. Fue muy utilizada durante el Medievo. Su
utilización inadecuada puede provocar somnolencia y espasmos. Mayor cantidad de
la prescrita es mortífera.
Ostras
(Ostrea edulis)
La receta fue divulgada por Casanova, y su fama
como afrodisíaco llega hasta nuestros días. Es bastante simple: desayunar
diariamente doscientas cincuenta ostras.
Conjuro
Recogemos, por último, un conjuro recomendado para
“desenojar al galán” de uso en el siglo XVII:
Furioso
viene a mí
tan
fuerte como un toro
tan
fuerte como un horno
tan
sujeto estés a mí
como
los pelos de mi coño.
Filtros de amor (para
hacer esta noche)
El afrodisíaco
de la reina
1º Deja en maceración, en un litro de vino tinto y
durante cinco días, treinta gramos de ajenjo,
diez rabos de clavel y un quilo de azúcar.
2º Cuélalo y guárdalo bien tapado en una botella.
El resultado es un estimulante irresistible, explosivo. Puedes utilizarlo sólo
o mezclado con otro vino.
La
tierna flor de loto
1º Echa en un vaso de vino un poco de azúcar, una
rodaja de limón y una pizca de nuez moscada y clavo.
2º Ponlo todo a hervir a fuego intenso.
3º Después, déjalo enfriar e introduce en el vaso
un pétalo de flor de loto.
4º Cuélalo. Y sírvelo muy helado.
Sortilegio
nocturno
1º Lleva a ebullición, en una cazuela, un vaso de
vino añejo, unos cuantos ramos de clavel, una
cucharada de azúcar, otra de ron y medio vaso de
agua.
2º Viértelo en un vaso alto y añade una rodaja de
limón.
3º Espolvorea un poco de nuez moscada.
4º Déjalo enfriar.
5º Y si quieres que sus poderes de seducción sean
realmente efectivos sírvelo en una noche de luna llena, a las doce en punto.
La música, el sándalo y la luz de las velas ayudan
mucho. Quizá no te amen pero tampoco te odiarán.
Rosa
Anetti
Bibliografía
Cela,
Camilo José: Enciclopedia del erotismo. Barcelona: Destino, 1990
Eslava
Galán, Juan: Historia secreta del sexo en España. Madrid: Temas de Hoy, 1991
Font
Quer, Pío: Plantas medicinales. El Dioscórides renovado. Barcelona: Labor, 1992
Sánchez
Bachiller, Charo y López Neira, Félix: Las otras medicinas. Madrid: Lyder, 1978
Weber,
Reinhardt. Afrodisíacos: Alimento de pasiones. Muy Especial: Sexualidad.
Madrid, otoño 1991