domingo, 9 de marzo de 2014

PEQUEÑA SELECCIÓN INGLESA

Aunque con mayor promiscuidad que la literatura castellana, tampoco la literatura erótica en lengua inglesa es excepcionalmente relevante. Franceses e italianos se llevan la palma. Serían autores como John Cleland, D.H. Lawrence y Miller quienes elevarían el erotismo a los altares literarios. Si bien, tampoco podemos obviar obras como SODOMA de Willmot, el atávico LIBRO DE EXETER, las novelas de Burroughs o algunas obras de Bukowsky. La lengua inglesa se ha enfrentado a problemas semejantes a los que ha hallado el castellano en sus posibilidades de expresión. Ambos son idiomas sin términos medios, pasan del vocablo técnico al vocablo vulgar, sin que exista uno apto para cualquier oído. La mojigatería contaminó el idioma y condenó la expresión erótico-pornográfica -que no el pensamiento-.Todo se agravó bajo el gobierno de la Reina Victoria. Con anterioridad, las voces consideradas
ahora procaces y de mal gusto, eran aceptadas, ajenas al envenenamiento del ochocientos. A esta época pertenecen la mayoría de los poemas que a continuación se recogen: epitafios, epigramas, pequeños ingenios.
La presente selección se nutre en las versiones originales de la edición ANTOLOGÍA DE POESÍA ERÓTICA INGLESA de Jesús Díaz García, publicada por Ediciones El Carro de la Nieve en 1991. Las traducciones han sido realizadas por Matthew Perret, Jesús Palomo y Alfonso Salazar. Esperamos que estos pequeños poemas surtan el fin propuesto: goce y deleite ante los talentos que llevaron el erotismo a la lengua.

SIR JOHN HARINGTON (1561-1612)
Against An Old Lecher

Since thy third curing of the French infection
Priapus hath in thee found no erection,
Yet eat’st thou rigoes, and potato roots,
And caviar, but it little boots.
Beside the bed’s head a bottle’s lately found
Of liquor that a quart cost twenty pound:
For shame, if not more grace, yet shew more wit,
Surcease, now sin leaves thee, to follow it.
Some smile, I sigh, to see thy madness such
That that which stands not, stand thee in so much.

Aproximación castellana al texto:
A un viejo verde
Es la tercera vez que te curan el mal francés (1) / y
Príapo (2) no te concede erección alguna/ por mucho
que comas cardos, tubérculos/ y caviar, poco
provecho te hacen./ A la cabeza del lecho últimamente
se halla una botella/ de un licor que cuesta
veinte libras el cuarto./ Por vergüenza, si no más
decencia, muestra al menos más inteligencia./
Ahora que el pecado te abandona, no insistas en
perseguirlo./ Los hay que sonríen, pero yo suspiro,
al ver locura tal/ que lo que ya no se mete en ningún
sitio, a ti te meta en tanto lío.

1. La sífilis.
2. En mitología, hijo de Afrodita y Dionisos, dotado de un pene
descomunal.

SIR JOHN DAVIES (1569-1626)
In Francum

When Francus comes to solace with his whore,
He sends for rod and strips himself stark naked:
For his lust sleeps, and will not rise before,
By whipping of the wench, it be awaked.
I envy him not, but wish I had the power
to make myself his wench but one half hour.

Aproximación:
In Francum
Cuando Francus busca consuelo con su puta/ manda
traer una vara y se desnuda por completo:/ su
lujuria duerme, y no se desperezará,/ hasta que los
azotes de la moza la despierten./No le tengo
envidia, pero ojalá pudiese/ convertirme en su
moza durante tan sólo media hora.




ANONYMOUS(C.1630?)

Underneath this stone
Underneath this stone and brick
Pull out your pintles and piss upon her.

Aproximación:
Bajo esta piedra
Bajo esta piedra/ yace una que en otro tiempo disfrutó
un buen número de pollas./ Que todo el que pase por
aquí, le haga el honor/ de sacarse el paquete y mearse
encima.

SAMUEL PICK (c.1639)
EPIGRAM

Ay me(quoth Amy) who would ere have thought,
So great a mischief should arise at naught;
Which had she knowne ere she began to swell,
Each yard of pleasure should have prov’d an’ell.

Aproximación:
Epigrama
Ay de mí (dijo Amy)quien hubiese pensado/ que tanta
desgracia se originase en tan poco;/si lo hubiese
sabido antes de empezar a inflarse,/ cada tramo de
placer le hubiera parecido un infierno.

ANONYMOUS (c. 1661)
Insatiate Desire

O that I could by any chemic art
To sperm convert my spirit and my heart,
That at one thrust I might my soul translate
And in her womb myself degenerate.
There steeped in lust nine months I would remain,
Then boldly ---- my passage back again.

Aproximación:
Deseo Insaciable
Ojalá pudiese por algún arte químico/convertir en
esperma mi espíritu y mi corazón/ y de un empujón
meterle mi alma/ en su útero y descomponerme./Allí
bañado en placer permanecería nueve meses/ y saldría
triunfante por el mismo camino.

ANONYMOUS (c. 1670)
Stand, Staley Tavie

Stand, Staley Tavie, out of the codpiece rise,
and dig a grave between thy mistress’ thighs;
Swift stand, then stab ‘till she replies,
Then gently weep, and after weeping, die.
Stand, Tavie, and gain thy credit lost;
Or by this hand I’ll never draw thee, but against a post.

Aproximación:
Levántate, noble picha.
Levántate, noble picha, y sal de la taleguilla/cava
una tumba en la entrepierna de mi amante/ponte recta
y apuñala hasta que ella responda/para luego llorar, y
tras el llanto, morir./Levántate, picha, y gana el honor
perdido/ o con esta mano nunca te sacaré
sino frente a un pilar.

ALEXANDER POPE (1688-l744)
Two or Three:

A Recipe To Make a Cuckold
Two or three visits, and two or three bows,
Two or three civil things, two or three vows,
Two or three kisses, with two or three sighs,
Two or three Jesus’s -and let me dies-
Two or three squeezes, and two or three towses,
With two or three thousand pound lost at their houses,
Can never fail cuckolding two or three spouses.

Aproximación.
Dos o tres:
Receta para poner los cuernos
Dos o tres visitas y dos o tres reverencias,/dos o tres
cortesías, dos o tres promesas,/ dos o tres besos, dos o
tres suspiros,/dos o tres ¡Cristo!, -y “me matas”-/ dos o
tres apretones, y dos o tres magreos,/ con o dos o tres
mil libras libras jugadas y perdidas en sus casas/ nada
falta para poner los cuernos a dos o tres maridos.

ANONYMOUS(1880?)
Epitaph

Here lies the body of my daughter Charlotte,
Born virgin and died a harlot.
For twelve long years she kept her virginity,
Which is quite a record for this vicinity.

Aproximación:
Epitafio
Aquí yace el cuerpo de mi hija Charlotte/ nacida
virgen y muerta puta./ Durante doce largos años
guardó su virginidad/ lo cual fue un récord en esta
vecindad.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Historias imperfectas de Francia: Marcel Jouhandeau

La serie "Historias imperfectas de Francia" recreaba pasajes de la vida y obra de famosos escritores franceses que publicaron obras eróticas. la primera entrega hacía referencia al controvertido Marcel Jouhandeau (1888-1979).


Me dices que tengo algo de santo.
Sí, cuando te miro.
Marcel Jouhandeau








Las manos del viejo se aferran a los travesaños del cabecero. Las manos tiemblan en el empuje, aún aguantan los muslos, la flexión menos atlética de las piernas, la piel se mueve a otro ritmo. Debajo flaquean los músculos. Contrae el rostro a cada embestida y mira la sábana moverse bajo él; si gime, si suspira, cae la dentadura a la cama, escapa una sonrisa de satisfacción y baba que moja alrededor de los dientes. Mira de soslayo el pedazo de carne que cuelga olvidando las durezas. La mano oscura acaricia su espalda y el viejo susurra, monsieur, mon dieu, tu vientre pesa sobre mi cintura, tu verga busca la boca del horno, la entrada de un túnel de un sumidero de alcantarilla. Las alcantarillas de París se visitan con una linterna. Me perforas a escondidas por las tinieblas de terciopelo.

La mano africana toma el cabello del anciano, tira de él, sube el rostro y se mira en el espejo. Tras él, el joven, el rostro fuerte, las manos en las caderas del viejo, sigue empujando mecánicamente, joven el profesional, artista de los trucos y el acoso. El viejo se embelesa en la imagen, en la cara de sonrisa clara y complaciente del joven que domina.

Regardez-moi, jolie. La voz le nubla los ojos. El viejo mira y sonríe la boca desdentada, las arrugas en el pómulo. Ahora se mezcla la sensación, embarga la lenta eyaculación del joven. Regardez-moi, monsieur. El auriga africano mantiene firme el cabello del viejo, tirante y tirantes los músculos más sensibles que dejan huir el semen. El viejo literato desea el fuerte miembro en la suavidad de sus encías, cae la baba por las comisuras, imagina a través del espejo, pierde la vista en la ausente pasión del joven Richard, siente un intento de erección en sí mismo, una pequeña gota le humedece. Tu veux me regarder, regardez-moi petit jolie monsieur. La infracción de la gramática se hace dulce y áspera en el ano del viejo, una compulsión aparece en el cuerpo fuerte y oscuro. Será la última acometida, hincha el pecho el viejo, ese orgullo del placer en los setenta. Se mantiene el acento africano: míreme, míreme, bonito, bonito, eres santo. Cuando se desprenden los dedos del cabello, desbocado ya el anciano, cuando cae la cabeza y las manos sobre el colchón, y la dentadura perdida en las sábanas, el cuerpo joven se balancea, termina. Susurra entonces el viejo sobre la almohada, sí, cuando te miro.

Alfonso Salazar, Tercer Erizo, junio 1994.